Pieza orientada al valor para quienes están construyendo marcas personales en LinkedIn, con consejos prácticos sobre marca personal, ejemplos e ilustraciones.
¿Estás demasiado sistematizado?
Vivimos en el año 2025. La era de la información ha llegado para quedarse. Nuestra atención está dividida en formas tan desconcertantes que parecen irreales, y nuestras vidas laborales no son la excepción.
Si eres dueño de un negocio, fundador, líder sénior o incluso si estás empezando tu carrera... si existes en el mundo empresarial, probablemente has oído hablar de LinkedIn.
Seguramente escuchaste a alguien decir en una cena: “Consigo todos mis clientes potenciales en LinkedIn”, o tú mismo entraste y viste a todo el mundo, hasta su perro, proclamando su felicidad eterna y gratitud por su nuevo puesto, que están “absolutamente encantados de anunciar”.
Así que empiezas a publicar. Sabes que LinkedIn es el lugar indicado y estás en ese viaje de marca personal. El alcance orgánico es decente y estás ganando tracción en tu nicho. Estás escribiendo sobre tus experiencias y tu conocimiento, y lo estás compartiendo con los demás. La vida es buena.
Entonces, alguien en línea o en tu equipo te recomienda que empieces a programar publicaciones, automatizar la producción de contenido, externalizar ideas, investigación y curaduría de contenido.
De repente, una plataforma que solía ser un espacio de autoexpresión, ideas y tal vez incluso diversión, se ha vuelto lenta, aburrida y demasiado sistematizada. Tu contenido ya no se siente igual. Has perdido la conexión con tu audiencia y necesitas recuperarla sin perder las ventajas de productividad y valor agregado que los sistemas te han proporcionado hasta ahora.
Así que, aquí tienes algunas ideas si llevas un tiempo publicando en LinkedIn pero ha empezado a sentirse un poco rancio, algo desagradable o simplemente demasiado repetido.
1. Evalúa en dónde estás
Es importante hacer una pausa y reflexionar cuando las cosas se estancan.
¿Cuánto tiempo llevas publicando? ¿Cómo conectaba originalmente tu contenido con tu audiencia? ¿Qué partes del proceso de producción disfrutabas más y cuáles menos?
Desde un punto de vista de salud mental, es fundamental integrar la reflexión en todo lo que hacemos. Así que incluso con la aridez operativa de los flujos de trabajo creativos y de software en la marca personal, debemos aprender a reflexionar.
“La reflexión te permite identificar y apreciar experiencias positivas y detectar mejor formas en que puedes mejorar tu práctica y prestación de servicios.” (HCPC, 2022)
Las palabras clave aquí son “mejorar”y “práctica”. La creación de contenido es una forma de autoexpresión. Es una forma de arte. Debemos respetarla reflexionando sobre ella, evaluando y aplicando lo que aprendemos.
2. Ignora tus flujos de trabajo actuales
Siguiendo nuestro propio consejo, no debemos saltarnos este paso. Aquí es donde olvidamos, por un momento, todo lo que hemos hecho hasta ahora. Desoperacionalizamos nuestro pensamiento para volver a una mentalidad de principiante.
Un artículo excelente de Matthew Prince me llevó a esta cita de Shunryu Suzuki sobre la mente de principiante:
“Si tu mente está vacía, siempre está lista para cualquier cosa, está abierta a todo. En la mente de principiante hay muchas posibilidades, en la del experto hay pocas.” — Shunryu Suzuki, autor de "Mente Zen, mente de principiante"
Esto es clave al reajustar lo que funciona (y lo que no) en LinkedIn, porque nos ayuda a soltar el apego al trabajo ya hecho, al menos en parte.
Nos ayuda a hacernos preguntas clave sobre el proceso de creación y publicación de contenido en LinkedIn:
¿Cómo se ve la versión más simple de tu flujo de trabajo?
¿Qué podría hacer para que mi contenido sea más valioso para quien lo lee?
¿Por qué la gente podría NO estar interactuando con mi contenido actualmente?
Ajusta tu flujo de trabajo para que sea simple, minimalista y con el menor número de pasos posible.
Cuanta menos fricción haya entre tu mente y el artículo publicado, mejor. Los pasos deben ser significativos, pero más pasos no equivalen a contenido de mayor calidad.
Al mejorar nuestro sistema o flujo de creación de contenido, considera estos consejos:
Ponte plazos más ajustados para reducir la procrastinación.
Elimina bloqueos creativos programando sesiones de escritura en grupo.
Publica anuncios previos para generar expectativa y mantener la responsabilidad: “Este jueves por la tarde publicaré X. Activa mis notificaciones para ser el primero en verlo…”
3. Identifica las partes de tu flujo que se pueden automatizar
Una causa clave de la excesiva sistematización es el mal uso de la automatización.
Reflexionemos sobre lo que debe hacerla automatización en la creación de contenido para LinkedIn. Debe servirnos.
Debe ahorrarnos tiempo
Debe ayudarnos a crear más
Debe ayudarnos a crear contenido de mayor calidad
Nada más. Eso es todo. Así que no esperes para automatizar. Si una tarea como la programación de publicaciones es repetitiva y sencilla, automatízala. Esto te permitirá enfocarte en las partes de mayor valor del proceso creativo y desbloquear más valor en general.
Subestimar el poder de la automatización es donde muchos fundadores y líderes fallan. O intentan automatizar demasiado y muy rápido, o no automatizan nada y se convierten en esclavos del sistema que ELLOS mismos crearon. Los sistemas deben servirte a ti y a tus necesidades.
Y no olvides: debemos automatizar las cosas correctas. Si estás intentando automatizar la conexión humana... no se puede.
4. Reconéctate con tus mejores seguidores
Tus fans son aquellos en tu audiencia que realmente te apoyan.
Kevin Kelly fue quien propuso el concepto de los “1000 verdaderos fans”, que influyó en el marketing, la adquisición de clientes y la creación de contenido. Internet ha transformado esta mentalidad, considerando ahora el alcance que puede tener un solo artículo o video.
Reconectarte con tus fans implica diferenciar entre atencióny fidelidad. La atención podría ser una vista o asistir a un evento. Un fan contribuirá en pequeñas formas muchas veces. Cambiar el enfoque de la atención a la fidelidad es importante, ya que se enfoca en lo significativo, no en lo llamativo.
Aplicado a LinkedIn: como en cualquier red social, la gente toma tiempo de su día para interactuar contigo. ¿Adivina qué? Eso significa que debes volver a interactuar con ellos.
Realiza un proceso de descubrimiento para alinear lo que creesque es tu fan con lo que realmentees. ¿Qué necesitan? ¿En qué gastan su tiempo? ¿Qué les gusta más de tu contenido? Haz funcionar ese ciclo de retroalimentación.
Cuando hables con tus seguidores más fieles, busca saber si han notado cambios por la sistematización excesiva. ¿Han notado un cambio de tono? ¿Sienten que tu contenido ya no refleja tanto tu esencia? Haz estas preguntas clave para reconectar y volver a implicarlos.
5. Suéltate, sé creativo e inyecta personalidad
No olvides que, de los 830 millones de usuarios de LinkedIn, solo unos 260 millones son activos mensualmente. Y solo 3 millones publican contenido semanalmente.
¡Así que si tú estás publicando aunque sea un poco, felicítate! ¡Ya estás destacando!
Hoy en día, parece que el 80% del contenido en LinkedIn es igual. Así que afronta esta nueva etapa con entusiasmo y personalidad. Recuerda que las personas conectan con personas, y que LinkedIn, ante todo, es una plataforma social. ¡Así que sé social!
Espero que esto te dé una idea del estilo con el que escribo.